viernes, 28 de enero de 2011

Aprendiendo a regatear, Parte I - Kuala Lumpur, Malaysia

Antes que nada, se que les debo todo el relato sobre nuestra estadía en Australia, pero si me pongo con eso ahora voy a atrasarme muchísimo más. Asique primero voy a ponerlos al día sobre nuestro viaje por el sudeste asiático y en cuanto tenga más tiempo iré subiendo novedades sobre mi querida Australia.

Kuala Lumpur – Malaysia.
Salimos desde el aeropuerto de Gold Coast rumbo a Kuala Lumpur, Malaysia. El vuelo muy bueno, viajamos con Air Asia y la verdad que tienen un muy buen servicio y muy buenos aviones.

Una vez que teníamos el equipaje con nosotros, nos tomamos un micrito con cortinitas a lo indio y todo, que nos costó 8 MYR (aprox. 3.5 NZD).

Llegamos a la terminal, y ahí nos pusimos a averiguar cuál era la zona de backpackers. Difícil entenderles algo. Hablan el inglés peor que Nelly y Adri juntas! Pero finalmente, todos coincidían en que teníamos que ir a Chinatown. Les hicimos caso y allá fuimos.

Tuvimos que tomarnos un tren, unos 5 minutos de viaje, que nos costó 1 MYR ( aprox. 0.40 ctvs. NZD). Llegamos a una zona que parecía una mezcla de Retiro con Constitución. Caruchas al por mayor. Y ahí dijimos, seguro que nos mandaron acá para chorearnos mejor.. pero no. Nos acostumbramos a que las caruchas x estos lados son todas iguales, asique no tuvimos mejor opción que manejarnos con cautela hasta que caminando por la calle un tipo en una moto nos dice: “Best accomodation for you my friend! (bien a lo Tupac Amaru) Nos entregó un folleto con unas fotos de un hotel divino y dijimos, xq no? Vamos a verlo. Quedaba a una cuadra de donde estábamos. Tocamos timbre y cuando estábamos entrando, el mismo tipo que nos había dado el folleto, resultó ser quien también nos atendió, nos mostró la habitación, nos cobró y hasta nos vendió una Lonely Planet re barata!. Un completo vendedor.

El backpacker era Oasis, habitación doble con aire y ventilador nos costó 7 NZD a cada uno (30 MYR x la habitación).

Esta era la entrada a del Hostel, habia que dejar los zapatitos afuera, pero los reyes magos nunca pasaron..

Salimos rumbo a Chinatown, para conocerla un poco. Nada que ver con cualquier otro barrio chino que hayamos visto hasta ahora, este era giganteee! Cuadras y cuadras, locales y locales, vendedores y mas vendedores y millones de cosas para regatear!


(Acá toma la posta Nico para contar sobre el regateo)

El regateo acá es un como un deporte nacional. El top 3 de las frases dichas por los vendedores son:

1- cheap cheap (baratito, baratito, una ganga)

2- Best Price for you (no te voy a cagar tanto)

3- I give you discount, ( o sea, te lo dejo al precio que sale)

Por supuesto que todas las frases van acompañadas del “my friend”. Todo arranca cuando te paras frente a un local y preguntas por ejemplo cuanto sale tal remera. Al toque el tipo saca la calculadora y te pone 100 MYR a lo que vos decís… naaa muy caro, y luego de idas y vueltas te la terminas llevando a 10 MYR a lo que por supuesto salís con el pecho inflado como buen argento, diciendo lo re cague a este gato… La cosa es que cuando cruzaste la calle, tenes la MISMAA remera a solo 5 MYR… y ahí es cuando te sentís como Pasman y la sentís bien adentro!!

Chinatown de día

Otra que te pasa es que creés que vos lo estás re garcando con el precio que le ofrecés y decís: Pobre, salía 1200 y me lo dejó a 50. Pero tiene que quedarte claro que ellos NUNCA pierden!!! Regateá lo máximo que puedas! No sientas culpa nunca! Si algo sale 100 bájalo a la mitad como mínimo y ahí seguí bajando y te sale redondo!

Definitivamente me di cuenta que esto es como un Master para mí. Todas las cualidades que siempre tuve para pedir descuento en cualquier lado, las saqué a la luz en Kuala Lumpur. Ahora puedo decir que soy Lic. En Regateo!

(Retomo la posta, Noe)

Por suerte solo nos tentamos con un souvenir y seguimos camino a las Torres Petronas. Zarpadas torres, orgullosamente diseñadas y construidas por el argentino Cesar Pelli. Una estructura de acero que con sus imponentes 452 mts. De altura llaman la atención desde cualquier punto de la ciudad. Me gustaron mucho más de noche, creo que por la iluminación que hace que se refleje en el acero plateado y hace que brillen como la luna. Realmente impactantes.


Al otro día volvimos a verlas de día y recorrimos los jardines y el shopping que tienen como parte del predio. Hablando del shopping: nunca vi tantas buenas marcas en un mismo lugar en toda mi vida. Gucci, Dolce & Gabanna, Luis Vuiton, Prada, Emporio Armani, Rolex, Dior, Zara, etc. Ni la conversión favorable nos daba para comprar algo y obviamente acá el regateo ni existía!

Nos recorrimos toda la ciudad a pata, y puedo decir que la conocimos bastante. Igual creo que no da para más de 2 ó 3 días de estadía porque no hay mucho mas para hacer.

Así fue como hicimos el check out de nuestro Oasis Hotel, para emprender viaje a nuestro nuevo destino: Filipinas.

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