domingo, 20 de febrero de 2011

Viajamos desde Manila (Filipninas) hasta Singapur en avión. Una vez en el aeropuerto tuvimos que esperar hasta las 5:30 de la mañana que salía el primer tren hacia la ciudad.

Ya habíamos decidido que nos íbamos a quedar en la zona de Little India, que es donde están la mayoría de los backpackers, asique fuimos directo ahí. El tren que conecta el aeropuerto con la ciudad ya era increíblemente modernoso. Tenía aspecto de subte, todo muy bien señalizado indicándote próxima estación y combinación con otras líneas. Bien de primer mundo.


Nunca estuve en India, pero por las fotos que vi, Little India es un calco de ese país. Indios por todos lados, cada uno atendiendo su mercadito, callejones re chiquitos (algunos bastante sucios), mucha compra-venta de oro y puestitos de comida por las calles. Al principio íbamos con mucha cautela, las caripelas no eran de lo mas amigables, pero al final, terminamos sintiéndonos muy cómodos ahí


Alojarse en Singapur es más caro que en cualquier otra parte del sudeste asiático. Un hostel por estos lados podes pagarlo entre 20 y 22 USD. Por lo gral son todos dorms (habitaciones para compartir con más gente) que incluyen ropa de cama, desayuno e internet.

La primer noche nos quedamos en uno muy nuevo que se llama Foot Prints . Pero nos cambiamos al segundo día porque conseguimos uno que salía 4 dólares menos, que estaba a solo una cuadra e incluía lo mismo.

En este segundo hostel (Inn Crowd), nos anotamos en un tour en scooter que ofrecían totalmente gratis!. La lluvia no nos dejaba recorrer demasiado, por lo que sólo habíamos podido ir a Chinatown y recorrer muy poco la ciudad, sólo algunos templos y lo que íbamos viendo mientras caminábamos, asique este tour nos vino como anillo al dedo.


Cuando digo scooter, me refiero a un monopatín, pero ellos lo llaman así. Debo admitir que fue reee divertido, creo que fue el mejor tour de mi vida. Éramos 12 personas más la guía. Había gente de Malasya, Estados Unidos, Tailandia, Polonia y nosotros. Lo bueno es que pudimos intercambiar varios tips de viaje, porque algunos estaban haciendo el recorrido al revés del nuestro y venían con datos bien fresquitos.


A mitad del camino se largó a llover nuevamente, x lo que fue más divertido aún. Más de uno resbaló en el asfalto, yo por suerte salí invicta.


Hicimos parada técnica en el ex mercado flotante, hoy devenido en un lugar donde está plagado de puestos para comer. Con Nico decidimos probar dos nuevos platos, que no pudimos terminar de lo picantes que eran. Si algún día vienen por estos lados y preguntan si una comida es spicy y les dicen: “solo un poquito” cambien de plato porque seguramente los va a hacer llorar de lo picante que es! Así fue como por 2,5 dólares más, pedimos un nuevo plato que pudimos terminar.


Después de eso, seguimos recorriendo la ciudad. A esta altura ya era bien de noche. Me hubiese gustado que nos tocara mejor clima para poder conocer un poco más, pero este tour nos permitió apreciar muy bien la ciudad.

Singapur es una ciudad muy moderna, que creció a pasos agigantados durante los últimos 60 anos. Es increíble ver las fotos de hace muy poco tiempo atrás, parece una ciudad totalmente diferente, llena de edificios nuevos y en continua expansión ya que siguen construyendo y ganándole terreno al mar.

Llegamos al hostel a las 11 de la noche después de casi 5 horas de haber estado disfrutando el recorrido por Singapur.

Fue lejos, unos de los mejores tours en mi vida!

domingo, 13 de febrero de 2011

Welcome to the paradise: Boracay Island, Philipines

Llegamos al aeropuerto internacional de Manila (Capital de Filipinas) con un vuelo de Cebu Pacific. De ahí nos tomamos un taxi hasta el aeropuerto doméstico, y empezamos a acostumbrarnos a una nueva moneda: el Peso Flipino. (1 AUD = 42.5 PHP, nos habían sobrado australianos y nos vino al pelo!)

Les cuento que para llegar a Boracay hay que estar dispuestos a viajar. No es nada fácil. No es la típica, me tomo el avión y listo. No no, es más complicado que eso, pero vale la pena.

Desde Manila, nos tomamos un vuelo de Zest Air a la ciudad de Kalibo (otra isla). De ahí, nos esperaba un viaje en combi de unas dos horitas. A todo esto hay que sumarle que llegamos a las 11 de la noche y que durante todo el viaje no sabíamos para donde estábamos yendo. Sólo veíamos matorrales por todos lados.

Cuando subimos a la combi, se nos acercó un muchacho que venía en bicicleta al grito de: “puto, puto!” Yo dije: “Nico, como saben que estás acá? “ Pero no, no lo estaban buscando a él. Se trataba de un vendedor de masitas, que se llaman así!

La combi nos dejó en el puerto de Caticlán desde donde salen los barquitos hacia Boracay. El tema es que llegamos a las 2 de la mañana y el primer barco salía a las 5 AM. Para que se den una idea, el lugar donde estábamos era como la Villa 31. Fuimos los últimos pasajeros en bajar y no sabíamos para donde ir. El viejito que manejaba, con un ingles súper precario, nos dijo si queríamos quedarnos a dormir en su van, mientras él esperaba que llegue el primer barco con pasajeros para volverse a Kalibo.

Dijimos con Nico, si no queda otra, aceptamos. Así fue como nos turnamos para dormir, porque yo tenía miedo que nos estuvieran entregando en bandeja para ser choreados por todo el pueblo! De hecho, nunca llegué a dormirme. Pero por suerte, nada que ver, eran todos pescadores y gente que trabajaba en el puerto con los traslados de pasajeros. Despues nos dimos cuenta que todo Filipinas era así de precario.

El viaje en barco, duró unos 15 min. Y a las 5:30 AM, ya estábamos en la isla de Boracay. Con la luna todavía en el cielo, los filipinos no paraban de pelearse entre ellos para ver quién nos llevaba en su Tuk Tuk (moto con carrito para pax al lado). Una asesora de turismo se ofreció a llevarnos hasta un par de hoteles para que podamos elegir (obvio que a cambio ella obtenía una comisión). Así fue como llegamos a las Cabañas de St. Vincent. Habitación doble, a 1 cuadra de la playa, con aire, ventilador, heladera, TV , baño privado y Wi Fii en la recepción por 1000 PHP x noche (aprox. 11,50 AUD x persona). En realidad estaba 1200 PHP, pero Nico venía a full con el regateo de Kuala Lumpur y la sacó por menos.

A todo esto eran como las 6:30 AM y estábamos muertos, asique nos fuimos a dormir unas 3 horitas para arrancar fresquitos el día de playa. Cuando llegamos a la playa no podíamos creer el paraíso donde estábamos. Juro que si alguna vez imaginé una playa perfecta, sin dudas era esta. Sol radiante, arena blanca, palmeras por todos lados, agua turquesa y un ambiente con puestos artesanales y tragos de frutas que daban el marco perfecto al lugar.


Lo primero que hice fue testear la temperatura del mar. Por suerte no estaba ni fría ni caliente, ideal para refrescarse. Así fue como preparamos nuestra máscara de snorkel y fuimos en busca de corales. Como buen buzo que es Nico, y por lo suertudo que es, se encontró unos lentes Ray Ban y un reloj Rolex! Ah, también encontramos a Nemo!


Una de las tardes decidimos hacer Parasailing. Buenisima experiencia! Hiper recomendable. Te llevan con una lancha a una balsa que tienen mar adentro y de ahí te subis a la lancha que tiene todo el equipamiento con el paracaídas y todo. Re buena onda!
Cenas a la luz de las velas y frente al mar, caminatas por la playa que duraban horas, gente super amigable y un paisaje más que perfecto fueron sólo algunos de los lindos recuerdos que me quedaron de esa isla..



Este es un gustito que nos dimos. Habia guardado mi última Rhodesia y Tita para un momento especial y este lo fue!

Link al album web para ver todas las fotos: https://picasaweb.google.com/noe.turismo/Filipinas?authkey=Gv1sRgCKjQ-oPQrt6EZg&feat=directlink#slideshow/5573147863685237090